En el año 2004 tuve la oportunidad de preparar y dictar unos Talleres para un ente público de “Ética y Valores”, realmente fue una experiencia muy enriquecedora ya que permitió notar que las personas conocen los valores que nos rigen como sociedad, sin embargo existe una fuerza interior (muy propia de nosotros los latinos) que nos lleva a priorizarlos a conveniencia, hasta el punto de olvidar algunos y asumirlos como en “desuso” o “pasados de moda”, así las cosas.
Pero comencemos por el principio, ¿Qué son los valores? En un concepto libre los valores son principios muy propios del ser humano que nos permiten orientar nuestro comportamiento en el entorno social, estos principios son creencias que nos llevan a valorar entre lo bueno y lo malo.
Esta es la primera de varias entregas acerca de los valores, sin pretender en clasificarlos ni ponderarlos, solo explicar cómo algunos han sido dejados a un lado.
Por citar un caso de lugar común, algunas veces cuando voy a visitar a un familiar tengo que caminar algunas cuadras desde el estacionamiento hasta el edificio donde vive. Esa caminata se convierte en una aventura para sortear los cerros de excremento fecal depositados estratégicamente por los perros de la zona, esto sin referirme al olor que tienen las calles por esta misma causa, entonces en ese momento saltan dos valores esenciales para la sociedad, RESPETO y RESPONSABILIDAD.
Comencemos con el primero, RESPETO, de acuerdo a DRAE (diccionario de la Real Academia Española) proviene del latín RESPECTUS, y se refiere a la veneración, deferencia, miramiento o acatamiento que se hace a alguien. En un concepto más adaptado a nuestro entorno social podemos afirmar que es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad, por eso la frase común “Respeta para que te respeten”. ¿Respeta al vecino aquel que lleva al perro a hacer sus necesidades fisiológicas sin tener el menor cuidado en recoger estos excrementos?
La RESPONSABILIDAD, de acuerdo al DRAE es la “capacidad existente en todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un hecho realizado libremente”; en otras palabras la responsabilidad es un valor que yace en conciencia de cada quien, que nos permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de nuestros actos.
Entonces, el individuo que omite el hecho de limpiar los excrementos de su mascota comete varios actos de irresponsabilidad en un instante; no es responsable con la sociedad porque ensucia y estropea las calles, no es responsable con sus vecinos y los transeúntes ya que los expone al mal olor, a la mala apariencia de las calles y, por sobre todo, a pasar un mal rato pisando uno de estos cerritos…
¿Quién no ha tenido la oportunidad de pisar un “cerrito” de estos?
¿Qué ha pasado por su mente después de los improperios?
¿No ha pensado que tal vez exista una manera de arreglar esa situación?
Pensemos que si la respuesta a la última pregunta es negativa, tal vez nuestro valor de Responsabilidad (Social particularmente) este en problemas.